y. Si. Ad. -por kramer

Adaptación: SONATINA Rubén Darío

La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?, los aullidos se escapan de su boca que no expresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su neumático que guarda como tesoro, está mudo el árbol de su ramaje sonoro y en una taza, olvidada, se desmaya una flor. El patio puebla el triunfo de los colibríes. Parlanchina, la dueña, dice cosas triviales, y vestido de marrón, piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; la princesa se rige por el cielo de Oriente, la paloma vaga de una vaga confusión. ¿Piensa acaso en el principio de la merienda que se empina, o en el festín tendido de arroz con gelatina para ver de sus trozos la amargura del atún, o en la res con salsa mil islas con aromas fragantes, o en el hueso soberano de los tacos de antes, o en la dueña orgullosa de su princesa como avestruz? ¡Ay!, la pobre princesa de la boca que reposa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo raso volar; ir al sol por la escala luminosa de un rayo, saludar a los vecinos con los versos del gallo, o perderse en su sueño sobre en dos pies poder caminar. ¡Pobrecita princesa de los ojos negros! ¡Está presa en su historia, está presa en sus manchas negras, en la jaula de piedra negra del palacio real; el palacio tibio que vigilan las dalias, que custodian cien piedras negras con sus cien circunferencias blancas, un bufón que no duerme y un dragón de metal! La princesa está triste, la princesa está pálida, la princesa está pálida, la princesa está triste, -¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-, tu sueño con alas hacia acá se encamina, tu deseo mas profundo ya se anima, un cuerpo que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor con suerte, a traerte tus labios con un beso de amor!

Kramer.